Las
nuevas tecnologías implican aprender nuevas cosas, principalmente el uso de
ordenadores, de teléfonos inteligentes de apps para comprar, pagar, sacar citas
médicas u otra información. Un buen ejemplo es la utilización de cajeros en los
bancos por personas de 60 años y más. Según un estudio presentado por ASUFIN
(Asociación de usuarios financieros) el 35 % de las personas mayores tiene
dificultades para la utilización de cajeros y el 88.8% de las quejas de los ancianos es que no se les
atiende de forma personal sino que los derivan a los cajeros automáticos. Se
han hecho aplicaciones intuitivas y de fácil manejo, pero para los ancianos no
es suficiente, se les dificultad la utilización y muchos requieren de formación
talleres para poder aprender a utilizar los teléfonos inteligentes o los
cajeros automáticos.
Las
quejas de las personas mayores sobre los bancos desde antes de la pandemia ya
eran una constante, el trato, el horario y el no saber utilizar el cajero automático
o aplicaciones han sido frecuentes tan
es así que la iniciativa "Soy mayor, no idiota” del médico jubilado Carlo San
Juan fue un éxito ya que fueron muchos los que apoyaron la iniciativa y en
pocas semas tuvo eco en todo el país.