En general me atrevería a decir que envejecer no
es nada fácil, no es fácil sentir que la fuerza física disminuye o se acaba, no
es fácil sentir que los reflejos son lentos, que la vista no funciona bien, que
el oído se resiste a oír, no es fácil aceptar que es mejor no hacer algunas
cosas en casa, por ejemplo, poner un foco que implica subirse a una silla,
levantar la cabeza y terminar en un accidente. En cuanto a la alimentación algunos
alimentos ya no son permitidos para evitar flatulencia, diarrea, acidez u otros
problemas gástricos, sin mencionar que pueden aparecer algunas enfermedades,
diabetes, hipertensión, osteoporosis, problemas cardiovasculares y
respiratorios. Sin embargo, eso no quiere decir que se deje el escenario, al
contrario, se puede continuar y aprovechar toda la experiencia que se adquieren
a lo largo de los años, el cuerpo se hace lento pero la menta puede seguir funcionando
bien.
A lo largo de la vida es una obligación de cada
uno cuidarse para que el envejecimiento sea lo menos pesado, un envejecimiento
exitoso implica responsabilidad, implica tomar decisiones consientes, hábitos de
vida saludables, seguir participando de la vida diaria, seguir aprendiendo,
implica controlar las enfermedades si es que ya están presentes, atender los déficits
sensoriales u otros problemas que vayan surgiendo. Actualmente muchos municipios
están creando o fomentando los Consejos de Mayores, para que ellos y ellas no
solo sigan participando de la vida pública, sino también desde su experiencia y
necesidades hagan las propuestas necesarias para mejorar, servicios y entorno,
también se fomenta la creación de asociaciones de personas mayores, grupos de
voluntariado de mayores, así como actividades fuera de casa fomentando el
ejercicio físico y mental, con el objetivo de fomentar la participación en la
vida pública de las personas mayores y con ello tener envejecimiento exitoso,
un envejecimiento con el menor número de enfermedades.
Servicios de residencias, centros de día, SAD y
viviendas para mayores. Aquí