Actualmente se habla mucho de cuidar al
cuidador cuidadora. Cuidar de una persona mayor o una persona dependiente
requiere mucho esfuerzo, sacrificio, paciencia y tiempo, requiere atender todas
sus necesidades y mucho mucho amor, ya que de lo contrario termina siendo una
carga muy pesada y al final muy probablemente maltrato físico o psicológico. El
día a día absorbe las fuerzas, la paciencia, la tranquilidad y al final empieza
a quedar poco de todo. Así que antes de llegar a situaciones donde no solo se
ponga en peligro la salud del mayor, sino también de la persona que cuida se
deben tomar medidas para atajar los problemas de salud física, mental y
emocional que se puedan presentar.
Las personas cuidadores también tienen
necesidades que deben ser atendidas: alimentación descanso, higiene, salud, seguridad,
atención, afectivas y de vinculación con amistades, grupos, asociaciones, también
necesitan ser valoradas y respetadas y desarrollarse de forma personal. Cuidarse
permite tener salud y equilibro, para ello se deben establecer límites y pedir
ayuda cuando es necesario. Pedir ayuda a los familiares, amistades, grupos de
voluntariado. Mantener hábitos saludables, por ejemplo, dormir de 7 a 8 horas, alimentarse
sanamente, realizar algún ejercicio, hacer descansos, tener espacios de ocio.
Organizar el tiempo y saber escuchar las señales de alarma, el cuerpo avisa
cuando está desbordado, cuando ya no puede más. Así que es importante estar
atentos a todas las señales para evitar problemas de salud.
Si se cubre estas necesidades la atención y el
cuidado hacia el familiar enfermo será de más calidad.