Ya se realizan gorros, patucos, ropa variada, cortinas, colchas, dibujos y otras manualidades con mensajes de apoyo a los padres y madres de los pequeños. Los residentes se sienten felices por ayudar y por estar cerca de los pequeños y de sus familias. Dos días a la semana pintan, cosen o recortan. Actividades de psicomotricidad que de normal les resultarían tediosas, ahora tienen un sentido: arropar a las familias.
En ocasiones, los padres y los niños que han recibido el cariño de los mayores van de visita a Orpea Zaragoza. Son momentos especiales y de disfrute para todos. Las personas mayores sienten que lo que hacen tiene sentido y es importante y reciben el aprecio y agradecimiento de los pequeños y sus familias, que a su vez sienten apoyo y entrega.
El Grupo Orpea cree firmemente en los beneficios que aportan las relaciones intergeneracionales en su constante búsqueda de soluciones que mejoren la salud y el bienestar de sus residentes. «En Orpea Zaragoza siempre buscamos proyectos innovadores que generen interés en las personas mayores. Por ello, impulsamos actividades intergeneracionales que, además, implican un beneficio bidireccional: por un lado, las personas mayores ofrecen su experiencia de vida a los más jóvenes, lo que incrementa su bienestar, su estado emocional, social y cognitivo; y, por otro lado, ofrece a los jóvenes un aprendizaje y un sentimiento de satisfacción personal», declara la directora del centro, Sarai García.