Los municipios de Zamora envejecen y pierden población, muchos mayores no solo viven solos en sus domicilios, sino que sus vecinos son igual de mayores, con lo cual difícilmente pueden recibir apoyo para alguna actividad que genere esfuerzo, si acaso compañía para compartir recuerdos. Algunos profesionales se han vuelto prácticamente imprescindibles para este grupo de población que no solo es mayor sino también viven solos en el domicilios. Las auxiliares de ayuda a domicilio, son uno de esos profesionales, ya que de ellas y decimos ellas porque en su mayoría son mujeres, son quienes ayudan en una o todas las actividades básicas de vida diaria, además de hacer compañía, escuchar, hacer reír y dando una atención especial a cada uno de los usuarios.
Afortunadamente otros profesionales se empiezan a integrar al equipo de cuidar de los mayores, los profesionales farmacéuticos, están saliendo a la luz por la labor de apoyo y recordatorio para la toma de medicamentos, se han convertido en una parte fundamental para la mejora de la salud de los mayores, principalmente para los ancianos que viven en las zonas rurales y en los pueblos pequeños.
En Aragón más de doscientas farmacias se han unido al proyecto de Sistema Personalizado de Dosificación, el objetivo del proyecto es ayudar a los pacientes a evitar confusiones con los tratamientos, que sepan que medicamentos deben tomar durante el día, así como los horarios. Los farmacéuticos revisan el tratamiento y tienen contacto estrecho con el médico de cabecera, es decir, es un trabajo en equipo.
Las personas mayores cuando reciben el medicamento, está envasado y organizado. En un envase tipo blister, se entrega el medicamento con las difisicaciones indicadas de los distintos medicamentos para cada toma diaria, con ello se evita la manipulación y se reduce el número de errores. Uno de los fracasos de los tratamientos médicos son los errores a la hora de tomar los medicamentos, por los olvidos principalmente.
Un buen ejemplo de este proyecto son las poblaciones de Aliste, Tábara y Alba de Zamora, los farmacéuticos son quienes por semana pasan a los domicilios de los mayores para recoger recetas medicas, surtir y entregar, una función que se hace por cada domicilio con nombre y apellido, cuando es posible se acompañan a los mayores hasta su domicilio. La mayoría rebasa los 80 y más años, presentando problemas para desplazarse, para recordar los medicamentos y los horarios. Los profesionales farmacéuticos se han convertido en sus oídos y ojos, así como en sus acompañantes, que además escuchan sus historias.
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